Somos una entidad que responde al llamado de Jesús de amar y servir a los pobres. Buscamos ser como “el buen samaritano” cuya compasión se extiende sin importar diferencias étnicas o religiosas. Servimos a todas las personas sin importar su raza, creencias o género.
Reconocemos que somos agentes de transformación de las vidas de los demás y cumplimos con nuestro deber estableciendo relaciones auténticas basadas en valores cristianos y reflejando el amor de Dios a todos en nuestro alrededor en una forma constante.